jueves, 31 de julio de 2014

Moral y Educacion

1.1.- Hábitos que debe tener un niño, en los que están incluidos la moral y la educación.
1.1.1.- En su casa debe hacer con buena voluntad cuánto le mandan sus padres y los mayores.
1.1.2.- Tratar de ayudar a los demás cuando estos están en el cumplimiento de sus obligaciones.
1.1.3.- Evitar disgustar a sus semejantes.
1.1.4.- Al salir a la calle guardar compostura y modestia.
1.1.5.- Usar siempre un lenguaje decente y apropiado.
1.1.6.- Si ve a alguien que sufre, tratar de ayudarlo, como por ejemplo dar una limosna a un necesitado, dar la mano a un ciego, a un anciano, ó imposibilitado para protegerle del trafico, al cruzar una calle, ó algún lugar peligroso.
1.1.7.- No hacer escarnio de los cojos, de los tontos, locos ó pobres, sino que por lo contrario se afecta al ver su desgracia y quisiera poderla remediar.
1.1.8.- En la escuela estar atento, ser obediente y aprender sus lecciones a la vez que ayuda a sus compañeros cuando el profesor se lo pide para que cumplan también como él.
1.1.9.- En sus juegos procurar no hacer daño alguno ni disgustar a sus amigos.
1.1.10.- De su parte hacer lo posible para poner paz a sus rencillas y disputas.
1.1.11.- Siempre hacerse respetar porque da ejemplo respetando a sus semejantes.
1.1.12.- No maltratar a los animales y evitar que algún otro les cause daño.
1.1.13.- Cuidar y proteger a las plantas.
Un niño que hace cuánto hemos dicho, además de apartarse de los vicios, decimos que es un niño de buenas costumbres, un niño con moral, porque todo lo que hace es guiado   por el bien.
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Moral
1.2.- Definición.- (Del latín moralis). Que no concierne al orden jurídico, sino al fuero interno o al respeto humano.
Regla de las costumbres o de las acciones humanas, basadas en tres principios fundamentales:
La noción del bien y del mal;
El conocimiento del deber, o sea de la obligación de hacer el bien y evitar el mal.
La noción del mérito o del demérito.
1.2.1.- Para poder discernir y apreciar exactamente cuando obramos bien para con nosotros mismos, para con nuestros parientes y amigos, para con la sociedad en general, para con la patria y para con Dios, se han hecho reglas, las cuales han formado un arte que se llama Moral. Por lo que ésta es el arte de obrar bien para con nosotros mismos, para con nuestros allegados, para con todos nuestros semejantes, para con nuestra patria, para con todos los seres vivos de la creación y para con Dios que todo lo reúne en Él mismo.
1.2.2.- El niño que sale de su casa para ir a la escuela, debe encontrar en el camino amigos que lo acompañan y lo quieran; en la escuela halla el profesor que le enseña; en su casa, ha dejado a sus padres y sus hermanos que le dan todo lo que necesita, y siempre, amigos o extraños le cuidan de todos los males. Este niño, desde el momento en que salió de su casa tuvo que estar agradecido de su familia, de sus amigos, del maestro y de todo aquél que en la calle procura que no sufra daño alguno sea accidental o buscado por sí mismo.
1.2.3.- Un niño, por el simple hecho de ser niño, no tan solo merece esas atenciones de parte de todo el mundo, sino que él cree y está convencido que todos deben darle las atenciones que le corresponden.
1.2.4.- Un niño piensa y dice: “Si todo el mundo me dispensa protección, cariño y atenciones, si mi padre, mi madre y mis hermanos me cuidan, si mis amigos en la calle procuran agradarme y complacerme, y si el maestro, me enseña lo que ha de ser bueno para mi, abriéndome el camino para llegar a ser un hombre útil, por mi parte tengo obligación de hacer lo mismo por todos los que lo hacen por mi, y también por los demás que lo harían si llegara la ocasión.”
1.2.5.- Sin embargo, como el niño no puede devolver todos los favores que recibe, es natural que piense en hacer lo que esté de su parte siguiendo el principio aquel de “ El que hace cuanto puede, cumple con su deber”, y desde aquel momento se propone a ello.
Deber 
1.3.- Definición.- (del latín debere). Tener obligación de dar alguna cosa sea por contrato o por haber recibido un préstamo o favor. También podemos decir que es aquello a que está obligado el hombre por los preceptos religiosos o por las leyes naturales o positivas.
1.3.1.- El deber pues, es simplemente la necesidad de cumplir con todas las obligaciones que nos impongan las necesidades de la vida para con nosotros mismos, para con la familia, la sociedad, y para con Dios.
1.3.2.- Un niño puede pensar todo aquello que bien le plazca y sus acciones pueden seguir diferente camino, es decir, que sus acciones sean agradables y beneficiosas para él o para los demás, o que por lo contrario sean perjudiciales y causen daño al mismo niño o a otro ser cualquiera de la naturaleza, su conducta puede ser buena o mala.
1.3.3.- En el primer caso, cuando las acciones causan placer, por ejemplo: el que recibe el maestro cuando el niño sabe las lecciones y va a las clases a la hora justa, o cuando hace un beneficio a otro niño que estaba hambriento y él que tenía le ha dado un pedazo de pan, o que por accidente una persona se haya caído en la calle y el niño la ha ayudado a levantarse y aliviado el mal que se ha hecho, entonces decimos que ejecuta el bien.
1.3.4.- Si por lo contrario, el niño al salir a la calle se encuentra con un desgraciado , con un paralítico o con un mudo o con alguien que sufre de cualquier otro mal, y en vez de compadecerse de él sé ríe; si cuando va a la escuela además de no saberse sus lecciones procura hacer perder el tiempo a los demás; si cuando se halla con sus amigos, que entretenidos en juegos inocentes están alegres y divertidos, en vez de tomar parte en sus juegos, les molesta y les disgusta, el niño que hace esto indudablemente obra mal.
1.3.5.- De esto, es claro que los niños han de comprender la diferencia que existe entre ejecutar el bien o hacer el mal; y comprenden que si las personas que están al lado de ellos ejecutan el mal, ellos mismos sufrirán, y como no quieren sufrir, tienen el derecho de que los traten bien. Por ese mismo derecho que quieren para sí, se ven en el deber de obrar ellos mismos con toda la bondad posible.
1.3.6.-Se dice que una persona es virtuosa cuando todos sus actos están de acuerdo con sus deberes; pero en absoluto deben esos mismos actos representar el bien.
1.3.7.-El deber es la obligación que tenemos de hacer por los otros todo lo que deseamos o nos creemos con el derecho de que hagan por nosotros; pero para ejecutar el bien, no tan solo tenemos que hacer nuestro deber, sino devolver bien por mal a todos nuestros semejantes.
1.3.8.- Si las personas ejecutan todas sus acciones de acuerdo con el bien, decimos que son virtuosas. Si por lo contrario, ejecutan el mal, tanto respecto de sí mismos como de los demás seres de la naturaleza, hasta las plantas, y finalmente del Creador de todo lo que existe, diremos con razón que aquellas personas no son virtuosas.
1.3.9.- Como hemos visto la imprescindible necesidad que tenemos que cumplir con los deberes, ahora vamos a enumerar cuales son estos deberes.
1.3.9.1.- El niño, la niña o el hombre y la mujer, no pueden nunca pensar en causarse ellos mismos ningún daño, puesto que si se lo causan, además del mal propio hacen daño a los demás que en algo necesitan de su apoyo. De aquí los primeros deberes de todo ser humano son aquellos que se relacionan con el mismo individuo, o deberes individuales.
1.3.9.2.- Los deberes para con los otros seres, pueden considerarse primero; aquellos que tenemos para con nuestros padres, nuestros hermanos y la familia; los que tenemos para con nuestros amigos y compañeros, deberes sociales; los que tenemos con la patria, deberes cívicos; aquellos para con los animales o de humanidad, y nunca podremos eximirnos de los deberes para con el Ser Supremo, puesto que de Él emanan todos los bienes y a Él debemos agradecérselos.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Virtudes y Pasiones 3, justicia


Justicia

8.13.- Definición.- ( Del latín iustitia.).- Virtud que inclina a dar a cada uno lo quele pertenece. Muchas veces, por las fórmulas sociales olvidamos la sinceridad, y nos vamos con gran frecuencia al otro extremo nos volvemos descaradamente vulgares y cínicos alegando que las formulas sociales son hipocrecía, con eso causamos gran daño.

8.14.- Vamos a ejemplificar lo anterior con algo muy simple: Hay un hombre necesitado y que tiene familia, va a pedir trabajo en una oficina, taller o fábrica por una pena injustificada, el solicitado le dice a aquél hombre que vuelva, que va a proporcionarle el trabajo cuando en realidad ni piensa ni pensará en ello. El solicitante vuelve día tras día hasta que llega el momento de fatigarse y no vuelve más. Pero entre tanto han sufrido él y su familia, creyendo en una promesa imprudente, ha perdido la ocasión de encontrar trabajo en otra parte, y al final su posición es peor que al principio, cuando le prometieron el trabajo.

8.15.- La sinceridad es considerada como una de las virtudes que más ennoblecen al individuo; y en consecuencia la falta de ella es por lo contrario lo que más envilece al hombre.

8.16.- Con la práctica más extensa de las virtudes, el hombre se aproxima más a la perfección, y parece que el que las adopta como guía de sus acciones, está rodeado de una aureola sobrenatural, haciéndose admirar y querer hasta de aquellos a quienes tenemos por malos y aún por los enemigos.

8.17.- La virtud de fundar la felicidad propia en el bien que podemos hacer a nuestros semejantes, sin contar con los sacrificios que se hacen necesarios para practicarla, es la abnegación; don divino que inmortaliza a aquellos seres que basan su tranquilidad y bienestar en el bien que a otros proporcionan.

8.18.- Según las virtudes estas elevan al hombre hasta lo sobrenatural, las pasiones y los vicios le envilecen, hasta el extremo de hacerse considerar como un ser fuera de lo que podemos admitir dentro de la sociedad humana.

8.19.- Si tomamos primeramente la mentira, no tardamos en convencernos del envilecimiento del ser embustero. Se pierde el respeto a sí mismo, se pierde el respeto a los demás y cuando es plenamente identificado todo el mundo le vuelve la espalda. Muchos hay que mienten por costumbre y su degradación llega hasta el extremo de engañarse a sí mismos.

Esto es la peor situación porque sufren ellos mismos y hacen sufrir a los que le rodean, redundando además en un daño social local.

Otros mienten por hacer daño alguno, y su bajeza ya no tiene calificativo ¡tan grande y profunda es! Y también los hay que mienten por hacerse bien a ellos mismos o a otros, y aunque en principio logren su deseo, siempre reciben más mal que bien. La mentira es el más grande mal de nuestras sociedades actuales.

8.20.- De las tres pasiones, la envidia, la soberbia y el orgullo.

8.20. 1.- La primera y peor, presenta al envidioso como el ser más degradado de todos, porque sino lo fuera, no tendría envidia; y al tenerla es porque él se considera inferior a los demás. El desgraciado envidioso, aunque tenga con que vivir, nunca puede llegar a ser feliz.

8.20. 2- El soberbio pronto ve su mal como resultado de su pasión; todo el mundo se aparta de él por temor y enseguida se ve sin amigos y despreciado.

8.20. 3.- El orgulloso sirve de objeto de risa a los que con él tratan, en su obcecación, al creerse superior a los demás, no observa que hace el papel de los payasos en el circo y aún inferior, porque aquellos hacen reír con gracias y el orgulloso causa hilaridad con sus desgracias.

domingo, 5 de enero de 2014

Virtudes y Pasiones 2, Caridad


8. 6.- Definición.- (Del latín caritas.).- Una de las tres virtudes teologales, que consiste en amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. La caridad, sin embargo, es superior a la justicia, porque nos dice que en cualquier caso y circunstancia, no tan solo debemos hacer cuanto bien nos exijan nuestros deberes, sino cuanto bien sea posible que llevemos a cabo, por amigos o por enemigos.

8. 7.- La caridad no consiste en dar a manos llenas, ni tampoco prodigar dádivas a quien no se lo merece; sino dar a tiempo y con buen efecto; pues de no ser así, en vez de hacer un bien llevamos a cabo un mal, lo que es absurdo ante la razón.

8. 8.- Es un acto de caridad socorrer al necesitado, siempre que éste, ya por causas ajenas o propias, requiera nuestro apoyo y procure con su trabajo poner pronto remedio al mal.

8. 9.- Por otro lado, si damos de comer y vestimos al hombre perezoso, al hombre que no pretende ni quiere trabajar, al hombre que por su conducta es un mal social, en ese caso en vez de llevar a cabo un acto de virtud, cometemos una acción reprobada de la sociedad, porque apoyamos a aquél hombre en su propósito de no hacer bien.

8.10.- La caridad no consiste solamente en dar al necesitado para que se alimente y se vista; sino que la verdadera caridad es, procurar ocupación honrada al hombre, para que no necesite explotar los sentimientos humanitarios de los demás individuos en sostener su existencia.

8.11.- Un gran acto de caridad es, enseñar cosas útiles al que las ignora; un ejemplo de ello es la vida del gran Pestalozzi, el maestro sabio y virtuoso que sacrificó su bienestar en la vida por el bien futuro de la sociedad.

8.12.- Hay que pensar con justicia, hablar como se piensa y no andar con rodeos, se decía antiguamente. Este modo de actuar se llama sinceridad; el actuar así es propio del hombre honesto y de bien.